Los que saben dicen que para estudiar hay que poner todos los sentidos en atención, pero claro eso es relativo, no todos podemos optimizar todos los sentidos. Sin embargo no hay que llegar a los extremos, lo mínimo necesario sería algo de concentración, y para eso lo bueno sería un poco de consideración por parte de ciertos vecinos ruidosos. Algunos tenemos suerte, pero para otros no ocurre igual. Cómo sería tener todos los días un ruido un poco más fuerte que un mosquito a la hora de estudiar...
Si querés enterarte, te invito a visitar lo cotidiano en Okinawa: http://nadaenespecial.com.ar/?p=66
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1 comentario:
Gracias por enlazar un artículo de mi weblog... Hacía mucho que lo había escrito y no me acordaba de que se trataba hasta que lo abrí.
Saludos desde Buenos Aires.
Kana
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